miércoles, 21 de octubre de 2015

Empezando por uno mismo...

Las ciudades modernas, basadas en infraestructuras eficientes y durables de agua, electricidad, telecomunicaciones, gas, transportes, servicios de urgencia y seguridad, equipamientos públicos, edificaciones inteligentes de oficinas y de residencias, etc., deben orientarse a mejorar el confort de los ciudadanos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos servicios de calidad, mientras que se respetan al máximo los aspectos ambientales y el uso prudente de los recursos naturales no renovables.


Actualmente, el concepto de ciudad (más) inteligente, o de espacio (más) inteligente, es muy utilizado en marketing por parte de expertos en sociedades comerciales y en aglomeraciones urbanas. Sin embargo, en muchos casos, se pone énfasis en un solo aspecto, lo que en buena medida traiciona el concepto que se intenta desarrollar, que tiene un importante componente holístico e integral.
En efecto, una ciudad o un territorio que se considere inteligente se manifiesta fundamentalmente por su carácter multidimensional y multifacético, en términos de actores, en cuanto a dominios clave (transportes, energía, educación, salud, residuos, vigilancia, economía…), y en desarrollo y utilización de tecnologías. Naturalmente, los principales actores del sector privado implicados en un proyecto como el analizado de ciudad, territorio, barrio o edificio inteligente, son los industriales y empresarios de sectores clave, tales como energía, agua, transportes, y servicios… así como dirigentes de empresas públicas de telecomunicaciones e infraestructuras, editores, proveedores de logicales de apoyo a la gestión, así como a la administración y a la consultoría.

Pero en España, el concepto de ciudad (más) inteligente choca frontalmente con una mentalidad retrograda (¿anclada en un interés individual?) de unos políticos, que dicen representar a una sociedad cada vez más exigente y menos "idiota"... Ejemplo de esto, se demuestra con decretazos como el último en materia energética que harian avergonzarse a cualquier gobernante de cualquier país de la UE... 

No se entiende que paises del norte de europa, con menos "materia prima" solar que nosotros tengan mayor interés que nosotros en desarrollar esta "technología" natural en beneficios de todos!!!

No se entiende que, en lugar de premiar al usuario y consumidor por ahorrar energia procedente de recursos fósiles o de terceros paises (importamos más del 80% de la energía que consumimos), se le "sanccione" con un nuevo impuesto al sol! ¿A quien pertenece ese astro para que unos pretendan cobrar por lo que nos da gratuitamente?

Señores políticos, que la energía que gastamos aquí NOS CUESTA MUY CARO! España es el país en el mundo en el que el coste de la electricidad más ha subido! Así que, si cada hogar de España se declarase en rebeldía y se desconectase de las redes de suministro energético, luz y gas o gasóleo al menos, se acabaría el "mamoneo" de esos señores que tienen fijados los ojos (y las manos) en nuestras carteras!

Pero ese cambio que todos reclamamos es una utopía y tendremos que esperar o iniciar el cambio en nosotros mismos...


Experiencia propia (que no pionera)!



Rafael, autoconsumidor eléctrico: "Mi casa es independiente en energía: no pago luz ni gas"





La casa de Rafael, cerca de la localidad madrileña de Chinchón, tiene placas fotovoltaicas, aerogeneradores y una unidad de biomasa.

Hizo cuentas al conocer lo que pretendían cobrarle por llevar electricidad a su casa. Y consideró que le salía más barato producir su propia energía.

"El autoconsumo permite a un hogar ahorrar unos 200 euros al año", asegura la plataforma Ecooo, que lamenta que el Decreto "reducirá este ahorro un 5%".

"Estos proyectos son incluso más interesante en la pymes, porque tienen un horario similar a la exposición solar", dice la empresa Gamo Energía. 


El decreto lastra a España respecto al resto de los países de su entorno.



A decenas de kilómetros de Madrid, en la localidad de Chinchón, hay una casa extraña desde el punto de vista energético. No es la casa tradicional con sus contadores, su toma eléctrica y sus cables que vienen de una distribuidora de las consideradas tradicionales. La casa tiene placas fotovoltaicas, aerogeneradores y una unidad de biomasa. Podríamos llamarla una casa verde, pero Rafa, su propietario, destaca otro adjetivo: es una vivienda independiente.

"Mi casa es totalmente independiente en la energía, no pago ni luz ni gas", presume Rafael Montes, de 48 años, cuando cuenta su experiencia como propietario de una vivienda que autoconsume su propia energía. Este vecino madrileño fue uno de los pioneros de esta modalidad de consumo energético. "Realicé toda la instalación hace 15 años, aunque es verdad que tenía más información que los demás", asegura. Pregunté cuánto podría costarme realizar un tendido eléctrico hasta mi casa y era un dineral. Rafael tiene una empresa de instalación de paneles solares desde hace 25 años, así que conocía las bondades medioambientales de estos sistemas y el ahorro económico que podría producirle. "Pregunté cuánto podría costarme realizar un tendido eléctrico hasta mi casa y me dijeron que unos 3.000 euros por cada 100 metros, además de los gastos burocráticos, un dineral", recuerda.


La rentabilidad depende de la norma legal 


Rafa hizo cuentas al conocer lo que pretendían cobrarle por llevar electricidad a su casa. Y consideró que le salía más barato producir su propia energía pese al coste inicial de la inversión: "Pagué entonces 20.000 euros por las placas fotovoltaicas, pero es cierto que ahora son más baratas", recuerda. El precio, según este vecino de Chinchón, se ha reducido un 75%. Algunos instaladores confirman esta bajada de precios en un producto que ahora se puede adquirir de forma más económica, tanto con empresas de instalación, como con kits de autoinstalacion que se pueden encontrar a través de Internet. La instalación de los paneles cuesta de 6.000 a 8.000 euros. Si además se quiere ser completamente independiente de la red —para no pagar los famosos 'impuestos al sol' que impondrá el Gobierno— mediante acumuladores de energía, el precio asciende a unos 11.000 euros


Esta inversión extra en baterías como las que anunció recientemente la compañía Tesla, permitiría al consumidor poder guardar la energía generada durante el día, en las horas de sol, para luego utilizarla a lo largo de la noche. Eso permitiria vivir completamente aislado de la red eléctrica general y no pagar costes ni peajes
"El autoconsumo eléctrico permite a un hogar ahorrar unos 200 euros al año", asegura Juan José del Valle, director técnico de la plataforma Ecooo, que lamenta que ahora, con este Real Decreto aprobado por el Gobierno que impone peajes al autoconsumidor, "el ahorro se reducirá en un 25% hasta los 150 euros, así que tardará más tiempo en amortizar la compra de los paneles".


 
Según Del Valle, si un hogar tardaba de 15 a 20 años en amortizar la inversión en energía fotovoltaica, ahora tardaría unos 25 años. Como la vida útil de estos paneles es aproximadamente de 30 años, puede que tras el decreto no compense optar por el autoconsumo de renovables como opción económica y limpia.

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